Cómo buscar empleo y no morir en el intento

Buscar trabajo es siempre una tarea ardua, y con el paso del tiempo, la frustración y el atoramiento pueden apoderarse de ti.

Dejar que eso no pase sólo depende de ti. Y es que a veces, echar currículums no lo es todo.

 

Ante todo ¡hola ruteros! Mi nombre es María y soy nueva por aquí. Podría contaros que soy titulada en marketing, que trabajo en la Agencia de Empleo del Ayuntamiento de mi ciudad o que soy una loca de los gatos. Pero en este artículo lo que quiero contaros es mi experiencia como lo último que he sido: una persona en búsqueda activa de empleo.

Todo es bonito la primera semana que estás sin trabajo… ¡Serán unas estupendas vacaciones y sin darme cuenta en dos días volveré a la carga! Actualizas tu currículum, sin prisa pero sin pausa, lo pones bonito, preparas tus cartas de presentación y ya estás lista para volver de nuevo al ruedo.

Y comienzas tu búsqueda de empleo: entregas currículums en mano, te apuntas a diferentes páginas web de empleo y agencias de colocación y ojeas las ofertas de empleo. Te sientes positiva y con ganas de empezar algo nuevo, así que incluso buscas empresas que te interesan y envías tu autocandidatura, porque tú eres una profesional muy válida y eres la persona que necesitan.

Los días pasan, las semanas. Hay pocas ofertas de empleo que se ajusten a tu perfil, o muchas, pero parece que no les encajas a los reclutadores. Entras en procesos de selección que no avanzan. Vas a entrevistas de las que sales pensando “está sí, les he encantado”, y no vuelves a saber más de esa empresa. Y poco a poco ese optimismo lo vas perdiendo. Y poco a poco vas agotando todos tus cartuchos.

A la desesperanza de ver los días pasar se une la gran carga de tiempo libre que tienes. Tu círculo de amigos y familia están ocupados, y tú tampoco te permites salir tanto como quieres porque hay que ahorrar, ya no tienes tan claro que esta situación vaya a ser pasajera.

  

¿Qué hacer entonces?

Aprovecha esta situación como una oportunidad. Una magnífica oportunidad para hacer esas cosas que querías hacer cuando tenías empleo, pero no tenías tiempo para poder llevarlas a cabo:

-Estudia. No te digo que vuelvas a la universidad. Pero ahora es un buen momento para hacer aquel curso que viste y te pareció tan interesante. Los centros de formación tienen una gran oferta formativa (y gratuita) para personas desempleadas. Aprovecha la ocasión para reciclar y actualizar tu formación, o incluso para iniciarte en un nuevo sector.

-Haz algo por tu ciudad. Tienes tiempo libre, empléalo en algo que te guste. En todas las ciudades hay mil y una asociaciones de todas las temáticas que puedas imaginar, y estarán encantados de contar con una persona que les eche una mano desinteresadamente.

-Ve a eventos que te interesen profesional y personalmente. Y sobre todo ¡haz mucho networking y déjate conocer!

Lo mejor de todo esto no es que ocuparás el resto de tu tiempo libre y dejarás de estar en casa comiéndote la cabeza, no. Lo mejor de todo es que conocerás a gente super interesante, crecerás como persona a nivel personal y profesional, y con un poco de suerte harás contactos que puede que te devuelvan al mercado laboral.

Y si no es así, al menos te habrá servido para hacerte ver que tú eres esa gran persona y gran profesional que crees que eres. Y que a la vuelta de la esquina hay una nueva aventura esperándote. Pero que se quede ahí, que vas tú a por ella.

Fuente María Pérez Fernández