Cuando llegue el momento de evaluarse el éxito o el fracaso, este proceso no debe tomarse como grandioso ni dramático, más bien debe considerarse como la consecuencia de pequeños hechos acontecidos y acumulados, provocados por acciones generadas por decisiones o actitudes propias.
Detrás de cada historia de vida hay muchos años de esfuerzo y sacrificio con todos los eventos positivos y negativos que están presentes en cada acto. Recordemos que siempre estamos caminando sobre una delgada línea que divide positivo de negativo, bueno de malo.
El éxito y el fracaso están atados a nuestros sueños y estos a nuestras acciones, el camino imposible no existe siempre que nuestras convicciones estén intactas.
Comencemos a construir un camino de pequeñas acciones que nos lleven al éxito.
Tengamos como filosofía de vida que TODO ES POSIBLE, que la grandeza está construida de la suma de pequeños actos.
Un deseo no cambia nada, una acción puede cambiarlo todo.
F.R.